Llorar en tinta, escribir en lágrimas.
Cómo unir en un folio los trozos
de amor salpicados.
Cómo trascender lo que siento,
sin un exabrupto, sin un eufemismo.
Solo crudo, mísera carne cruda
como lo es la realidad misma.
Sin estereotipos ni limitaciones,
no limitarme a escribir con palabras,
calcar el dolor en un folio,
volver a unir los mil trozos
de cristal que separó el odio,
escribir sentimientos mudos
que gritan con el alma y no me amparan,
letras que socavan lo que siento ,
me frenan, me merman, me disfrazan
de gris cuando todo yo soy fuego.
Eh aquí el reto del artistas,
llorar en tinta, escribir en lágrimas.
Trece.
Afortunadamente soy desafortunado,
afortunadamente, me toco el trece
en esta lotería del ingenio,
que otra vez me mece,
Gracias a mi esencia de plomo pesado
que es la que maneja mi cuerpo
, y no mis carnes la que dominan mi mente.
Por eso, ahora mi lengua viperina
no la encierran cuatro bloques
, haré que dance el burlón destino
al son de mi estiércol hediondo
Rascando con el bolígrafo
las costras de la mentira
para que sangre la verdad aunque
me devoré la irá
aunque me bañe la suerte de gris
Me toco cadena voluntaria en la cárcel del cuaderno.
Cuando vuelvan los muertos.
Son oscuros los calderos donde
se cuece mi alma esta noche.
Hoy me conformo con la vida,
aunque viole mis quimeras.
Sangrante infierno herido
que rompe el cielo en mi pecho.
Pero mañana cambiara todo ,
no quiero mas cristales en el cielo,
quiero dejar mi huella en el suelo.
Con la esperanza de Lázaro,
zarparé desde cero,
quiero que esta vez, sea el sueño
el que me sueñe,
esta noche cuando vuelvan los muertos
seguiré en silencio pero nunca mas callado.
Desierto.
En un corazón tan seco,
que no crecen ni las espinas.
Un corazón que solo se alimenta
con el latido de los caídos
Aquí, es difícil hallar cobijo
para sentimientos florales.
Con una infancia llena de quimeras
y laberintos fúnebres.
Este ser violado en su ausencia
arde en silencio con un llanto que grita.
Acompañado de un talento invalido
como la melancolía, que le recuerda
que esta muerto sin acabar su vida.
Soledad , nunca andas sola.
Soledad como te admiro,
soledad que nunca andas sola,
Porque solos quedamos los que estamos solos
Y solos los acompañados.
Los muertos anhelan la vida
y en vida muere un muerto que vive.
Aguja en el pecho y buitres devorando
Y no vale hablar de ignorancia,
Ni de disfrazar palabras, ni de rimas
Pues sentimientos
listos y tontos sentimos.
De nada vale los libros devorados
Ni las formulas aprendidas
Cuando una lagrima sale
Y un cuchillo te desgarra.
Aquí el guerrero se vuelve manso
Y la lujuria abandona los amantes.
Toxicómano
(Poema ganador del premio Agustín Espinosa)
Mamá, soy toxicómano,
hace ya meses consumo letras,
me he convertido en la bala perdida
que encuentra la salida
en el rebaño autista.
La mentira que colorea tu garganta.
El protagonista de una película sin guión.
Mamá, soy toxicómano,
hace ya meses esnifo rimas.
Mamá, prueba un chute de tinta.
Poderosas palabras, yo os invoco,
ayudadme a traer aquí sentimiento
vacío de la experiencia gris.
En otra vida ,estando colocado,
me debí arrancar los ojos,
por eso ahora, lloro con los dedos.
Mamá soy alguien perverso,
me he dado cuenta de que
disfruto violando un verso,
veo damas de burdel
donde debería haber papel.
Maldita musa,
quédate invalida
o déjame salir del laberinto,
del averno eterno.
Mamá , perdóname he vuelto
a hacerlo, me he puesto ebrio
de libros, me sedujo el folio
otra vez acaricie las líneas
y abrí al libro de piernas.
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